Fieles

01 junio 2011

Punto final.

Ya está. él puso el punto final. Y está bien, es mejor cortar por lo sano que acabar en un histeriquismo vicioso. Quisiera volcar en un solo post todas estas sensaciones confusas, de dolor, resignación, aceptación/negación personal, pero el shock no creo que me lo permita.
Lo cité para hablar, por necesidad propia, de dejar la historia con el final que fuera, pero si, el renglón completo. Así lo tuvo, doloroso para mí, dejando de cabeza mis dos semanas de expectativas de encontrar una solucion más... sana.
Así dijo tan poco y tan marcado, aun en sus dudas que me confunden, me basta con saber, que dio vuelta la página, aun en su frialdad y distancia, como un completo desconocido, ahora ya sé que no cometeré el mismo error de abrirme.
Todavía queda la pregunta hacia mi misma: Soy un monstruo o él no es un entendedor? Tan terrible es ser como yo? En definitiva no tenía por qué molestarle pero bueno, otra cosa mas por aprender: La gente no siempre sabe amar las virtudes y defectos de los otros.
No, no me voy a dejar caer. Nadie es indispensable en esta vida, y si todo termina es por algo...
¿Por qué? Seguramente para averiguarlo tenga que vivir un par de cabezasos mas

2 comentarios:

  1. Uno no puede amar si no se ama a uno mismo.
    No sos un monstruo, sos una persona maravillosa con sus pro y contra.
    Aprendiste de esa caida y la supiste sobrellevar muy bien manteniendo tu frente en alto.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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