Me gusta ver la gente pasar como si se deslizaran en un ton nizon de ideas que bajan.
El dia se sienta a morir y mi cabeza remurmureante se despabila y crece en las ideas de un repique, redoble de corcheas.
Vos sos verde entre mis llamas. Vos sos alfa, esencia de omega, mi futuro deslizante tras las manos apuradas y si este pensamiento se concretara, si fuera mas que la espectante situación del consumismo precario, creeria que mi naturaleza se agiganta.
Martes, 12: 35 p.m
Fieles
10 octubre 2013
Se hace humo
Pedazos de cartón en un ánima apurada; el sol recae en mí y soy reflejo de él, lo huelo, lo disfruto como cada ropa que se desliza entre los cuerpos primaverales.
Es un día lindo y no entiendo cómo la gente se desplaza, o sea no entiendo el caminar, por qué la gente camina y avanza y se mueve así tan fragilmente, tambaleante, casi en el bamboleo de un barco, ¿Será la incidencia de la energia que nos recorre y las fuerzas gravitatorias? Si, debe ser eso, el peso de un paso sobre el otro y el piso que nos contiene.
Peso-paso-piso, así, en ese orden, si fuera piso-paso-peso, estaríamos caminando hacia arriba y no tendría sentido y una teoría no puede no tener sentido, sería un insulto mayor a una vaga conjetura, ese deductivo de mala gana.
Estoy tambaleante sobre el piso, mi espalda firme clavada, rígida comola tierra que me sostiene, quizás seamos una y nos separamos las demás horas para entender que no hace falta continuidad para ciertas cosas, solo dejar ser.
Crónica de un pasto verde, martes después del parcial.
Es un día lindo y no entiendo cómo la gente se desplaza, o sea no entiendo el caminar, por qué la gente camina y avanza y se mueve así tan fragilmente, tambaleante, casi en el bamboleo de un barco, ¿Será la incidencia de la energia que nos recorre y las fuerzas gravitatorias? Si, debe ser eso, el peso de un paso sobre el otro y el piso que nos contiene.
Peso-paso-piso, así, en ese orden, si fuera piso-paso-peso, estaríamos caminando hacia arriba y no tendría sentido y una teoría no puede no tener sentido, sería un insulto mayor a una vaga conjetura, ese deductivo de mala gana.
Estoy tambaleante sobre el piso, mi espalda firme clavada, rígida comola tierra que me sostiene, quizás seamos una y nos separamos las demás horas para entender que no hace falta continuidad para ciertas cosas, solo dejar ser.
Crónica de un pasto verde, martes después del parcial.
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