Te espío, en una especie de disimulo y enmarco de recuerdo, siendo conciente que ese acto inimitable sólo se hace presente en las casualidades, cuando nuestros tiempos deciden coincidir.Te miro, extraviada en tu mirada inocente, ingenua, ajena a mi viejo pensamiento, carente de racionalidad, no dejando de lado la misma utopía de mirarte y encontrar algo más.
Te observo, desde un colectivo, desde la puerta del cole, desde la parada, grabando cada parte sin saltar el mínimo detalle, guardarlo para los días previos al proximo reencuentro, dejándolo como un recuerdo, una vez más, único♥.