ntre un mundo enredado de nociones caídas, se puede apreciar al flagelado de la vuelta, auto-insuficiente, quejoso por demás, aislado por la envidia propia que no lo deja apreciarse a sí. Gran muñeco de habilidades varias, notables, absorbidas por una soberbia que en la nada cae, atándolo una vez mas a pasados inmejorables.Ya no me interesa jugar con él, ya vi de lo que no tiene ganas, ya escuché su inmadurez y en mi grito paralelo, decidí hacerme a un lado, auto-marginarme, quizás jugar sola y dejar que aprenda solo, que su cabeza no es a prueba de cal y arena.
