Fieles

08 mayo 2015

Sentido

Todo tiene un por qué. lo que pasa y lo que no. Todo radica en uno y repercute en un todo desde el acto más simple hasta el suceso de descomunales dimensiones. Es un dominó constante que nunca vamos a frenar pero sí elegir qué forma puede llegar a tener. No somos Dios y a la vez todos los somos.
Es tan complicado predecir un hecho... Tenemos fórmulas para medir superficies, calculas distancias, mezclar colores, fabricar objetos y sin embargo seguimos librados al azar, la Fortuna, omnipresencias que en cada paso convierten los hechos a su antojo.
Por momentos todo parece tan equilibrado y ordenado que no podría creer que este Universo esté ligado a las casualidades ordinarias.

Abrir

Hay una ventana y entra luz. Hay una ventana y todo lo que veo ya no es pared pero tampoco miro para afuera si no a Ella, tal cual es. Si veo sombra, es sombra, porque no puedo concebir las cosas mas allá de lo que observo. Porque lo elijo y hoy es una ventana y mañana es otra cosa. Una persona, un acto, un momento.
Tengo fascinación por las ventanas así que ninguna podría molestarme. Quizás solo a la noche porque se tornan un poco siniestras, fantasmales. Aun así son (¿Objetos?) interesantes. En serio, ¿qué son? No son caminos, no son objetos, son...entes para atraer o poner en funcionamiento los sentidos. El olor a comida de la casa de al lado, la brisa que despeina el flequillo, las nubes que se desplazan como si fuera que los edificios son los que se mueven.