Fieles

22 septiembre 2011

Adolesciendo.

Contemplo mis 16, parada en el medio de mi ruta adolescente, o por lo menos, así es como la interpreto. Siento un aire de nostalgia con la frase: ''Fah. Ya estoy en la mitad.''

¿Es que tan rápido está pasando todo? ¿Dónde dejé el primer beso? ¿El primer novio? ¿Las primeras revoluciones mentales? ¿Las salidas solas?

La etapa la romántica, depresiva-suicida, la revolucionaria, la activista, la artística, la literaria, la bohemia, y tantas que experimenté (y experimento) de a ratos o lapsos y que acompañan mi pensamiento parecen desbibujarse. Aun así, siento que no hice nada, que no moví un pelo por cambiar este mundo derretido al que tanto critico.

Me frustra, me hace sentir que estoy llegando a La Masa de la que nunca quise ser parte. ¿Y si ya me vendí? ¿Y si mi alma es parte del cruel consumismo banal, del mundo plástico e instantáneo?
Quiero seguir en la resistencia y sin embargo, no tengo idea cómo.

Sé que no soy la únca que no sabe como desatar estas sogas sociales. Sé que podría hacer algo y conseguir mi objetivo, pero me ato a mi propia pereza.

Mi grito de ahogada va a ser salvado por algún barco de la Razón que naufrague a mi alrededor, sólo que todavía no sé como hacerme rescatar.