Fieles

29 julio 2011

Diálogos

Es un nuevo grito desauciado entre la indiferencia tajante. Tiñe cada pared, clausura el positivismo. Choca, arde entre las llamas de una pasión consumida hace tiempo. Renuncia a su propia dignidad para caminar entre ladrillos que nada sostienen, mientras un par de ojos demuestran el futil desprecio.