Fieles

08 noviembre 2010

¿Ser o no ser? Querer perecer...

Ser o no ser, esa es la cuestión.
¿Por qué? ¿Acaso no es aun mas alarmante el por qué del parecer? O aún peor, perecer.
Si después de todo gran dilema, si considerando la posibilidad de hallar la  respuesta aparentemente concreta, renunciamos con tan sólo el filo de una daga, aun considerándolo un acto de valentía por alcanzar aquello que tantos hombre temen, los que se mantienen en pie solo por la esperanza del cielo prometido.
Nadie habla de denuciar a ese perecer, caen en una lucha que libran a la mitad, solo para demostrar que lo intentaron, no para ver que puedieron alcanzarlo.

Sostener el fracaso rotundo cabeza al suelo, quejarse de la queja misma, aislarse dentro del no puedo sin respuesta. Lamentar el momento del acto en que decidimos enfrentarnos, incluso, a uno mismo.
Parecer, y dejar el YO de lado.
Parecer, y apoyar a unos ELLOS sin respuesta.
Perecer, y adjuntarnos al no sé, no puedo. Para no reconocer la verdadera razón del dilema: No quiero.