Sos de esas felicidades que no entran en mi pecho.
Ahora lo tengo todo, porque lo que falta, viene solo. Lo que creí perder, se mantiene fresco e intacto
en el escribir de una billetera y una pulsera sobre el micrófono.
Ahora respiro y cada exhalación es una sonrisa.
Estás y me querés.
Te abrazo, te quiero.