paz

Cai en la amargura impulsiva por ver desmantelarse mi plan del dia, por escuchar el sin fin de discusiones de represión sujestiva, liberé ese llanto desertor del concepto de orgullo y fortaleza, dispersé con la fuerza pulmonar cada partícula de angustia que giraba por mis bronquios, forcé mis músculos faciales hasta estallar, pero en las manos de ella, en los oidos de el, seres reales que desinteresadamente me dejaron recostarme en sus hombros por un rato y descansar, volver a mi centro, un poco mas renovado. Es un gracias inexplicabable, el calor de esa mano sobre mi espalda convulsionada, las palabras contra mis oidos controlando mi respiración, llenandome del amor de ellos.

es el infinito lo que corre por tus venas, de una vuelta a la otra, encontras una mñana escondida en el cajon para develar esas dudas espirituales que con palabras intangibles sanan a  la mente que desprecia de toda clase de repudio por una civilizacion que ya conocemos.
Comenecemos de nuevo y esta vez no hagamos apuestas. Qué mejor que ser libres con nosotros mismos.

¿Donde quedó esa nube? ya el cielo va cambiando y la aleja colocando nuevas, tan esponjosas que no da miedo recostarse un rato y soñar mientras las gotas se secan en la piel.
El viento sopla tan fuerte que el ruido tapa los oídos haciendo perder la noción del tiempo y espacio.
Podriamos estar volando sin darnos cuenta, es una danza a la espiritualidad, camino guiado por la luz de la nube, nada la tapa si al sol queda descubierta