es el infinito lo que corre por tus venas, de una vuelta a la otra, encontras una mñana escondida en el cajon para develar esas dudas espirituales que con palabras intangibles sanan a la mente que desprecia de toda clase de repudio por una civilizacion que ya conocemos.
Comenecemos de nuevo y esta vez no hagamos apuestas. Qué mejor que ser libres con nosotros mismos.
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