Hay un celeste que no se encuentra,
que transforma la búsqueda en el vacío.
Hay una espera que acaba en silencio,
las aves con plumas de hierro
secretean en el suelo,
incapaces de planear,
descubrir un cielo nuevo.
Crecen las preguntas
que nadie logra podar.
Se convierten en Baobabs.
Ya tapan el mundo.
Las ramas astillan al sueño.
El sueño perdió su lugar,
migró hacia la nada.

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