y ahora dónde estas entre tantas caras que apuntar al mar, un color multiforme, un abrazo castrador.
se me presenta esa noche de bebidas azules en una plaza negra, oscura como la funda de su guitarra y el divague del desconocido con una canción eterna.
Algo tan nuestro que ni el mas fiel entendedor de la razon podría querer ser parte de esto, aún en cada una de sus lecturas, la realidad que se planteó en una noche de juego corrió con el helar de nuestras ideas
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