¿A dónde van todos esos planteos cuando se escapan de nuestra imaginación filosófica?
Cuando las preguntas ya no son tan curiosas como hace un tiempo atrás, y todo parece, una especie de estancamiento cerebral, nos vaciamos de interrogantes, e incluso de sus múltiples respuestas y explicaciones.
Culpa de la rutina, del aburrimiento, de una pequeña desconexión neuronal, y cada factor no es suficiente motivo ni justificación. El problema aun sabiendo una causa, seguirá estático, apoderándose de mi tiempo, limitando mi imaginación, ahogando mis palabras, hasta que aprenda a secarlas por cuenta propia y emergerlas hacia mi mente, hacia la sociedad.
Cuando las preguntas ya no son tan curiosas como hace un tiempo atrás, y todo parece, una especie de estancamiento cerebral, nos vaciamos de interrogantes, e incluso de sus múltiples respuestas y explicaciones.
Culpa de la rutina, del aburrimiento, de una pequeña desconexión neuronal, y cada factor no es suficiente motivo ni justificación. El problema aun sabiendo una causa, seguirá estático, apoderándose de mi tiempo, limitando mi imaginación, ahogando mis palabras, hasta que aprenda a secarlas por cuenta propia y emergerlas hacia mi mente, hacia la sociedad.

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