Volvimos atrás, donde la piel ya no sirve y se resquebraja ante la picasón por un manojo de nervios incurable. La sal cae, los labios se arrugan y ya no se puede hacer nada, está todo perdido y yo, ¿me refugio en mi misma? Como si realmente pudiera, como a los 9 años donde el mundo era inofensivo porque no estaba abierta a el.
Final que no llega, que no me animo a dar, cuando seria mas propio ahora que por la perdida de un ser que no valía la pena.
Ahora si, porque se mantiene un mundo estatico de problemas tras problemas generado por la cabeza que se abrió al mundo que no debía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario