Fieles

13 enero 2011

Sentido y dirección

A veces, cuando uno no es estimulado por sus méritos ni con una mínima felicitación, recae en la duda del sentido direccional de sus acciones, perdiéndoles el valor, divagando entre el bienestar propio y el gusto de hacer las cosas.
Ahí es cuando deberíamos reaccionar y mirar qué critica es la que realmente vale la pena, sobre quién uno se apoya, para seguir camino y hacer lo que uno disfruta sin miradas fulminantes que ya se perdieron en si mismas y nada saben apreciar, por eso, colocan taras en rutas ajenas o simplemente disfrutan con la indiferencia.
Justo en ese momento, hay que saber el  sentido y dirección, apreciando el trabajo realizado, valorando aunque sea, el estímulo propio por la meta que no está tan lejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario