Escribir, escribir como los viejos tiempos, ir más alla de un hecho puntual, analizar el entorno vivo desahogar las dudas, ¿donde quedó todo eso? Mi habla se volvió texto reducido en dos lineas.¿Podría alcanzar desarrollo exterior? es cuestión de inspiración o ya no hay nada trascendente qué contar y los problemas se vuelven cada vez mas simplistas. Caigo en la ambiguedad de preguntarme a mi misma o sostener las dudas calladas. Esto no me gusta, quizas porque lo que me rodea no me gusta, pero tampoco para hacer un analisis profundo, y eso está mal.
Hablo de bien y de mal como si fuera blanco y negro, como si los matices hubieran desaparecido desde que dejé teatro. Será consecuencia de haber capitalizado mi alma en un trabajo que solo hago por dinero privandome de infinidad de momentos en el año?
Hablo de mal y poco de mi bien, es anhedonia o un ciclo de pocas luces, o quizas una alternativa que ni siquiera puedo llegar a percibir porque no razono mas alla de una idea, ni busco su resultado.
¿Cuantas preguntas me podré hacer hasta encontrarle una respuesta a una?
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