Fieles

01 febrero 2012

Ascenso.

Oficialmente, ya estoy en marketing. No vi el grado de importancia que tenía el puesto hasta darme cuenta cuántas personas lo buscaban pero no estaban aptas para obtenerlo (y no lo evalúo yo, si no los gerentes). Quizás minimicé la situación solo por el hecho de lo fácil e incluso agradable que me resulta  tratar con la gente, resolver esos pequeños inconvenientes de cambios, hablarles, despejar sus dudas, llevar bandejas, limpiar mesas, preparar helados y gaseosas, molestar a los nenes regalándoles coronitas  y finalmente quedarme en el dinning mirando que todo esté como debe estar.

Por momentos es cansador correr de un lado a otro, preparar los conitos de helado mientras tengo que hacer un cambio de pedido, mientras hay que juntar bandejas, mientras hay que despejar dudas, mientras hay que sonreír e intentar no transpirar. Correr, preparar, escuchar, hacer, actuar. O correr escuchar, hacer, preparar, actuar. O correr actuar, escuchar, preparar, hacer. Correr siempre adelante, pero mirando el piso intentando no resbalarse.

Podría aguantarlo un tiempo más porque ahora ya le tomé la mano, porque ahora tengo mi camisita rosa y mi corbatín que me diferencia de los Crew, pero no por eso voy a tomar aires de superioridad, solo tengo un puesto, una camisa, un dinning y espero que así siga siendo con mi mejor compañero, con el que hay una conexión trascendental con la cual actuamos con el siguiente paso del otro, nos adelantamos acomplándonos a las necesidades del momento, lo que se diría, un buen trabajo en equipo.

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