Fieles

21 junio 2011

Takin' about a wall

Las paredes no se callan, pero tampoco hablan. La mía pareciera que sonríe cuando le cuelgo un nuevo dibujo, aunque a veces se le da por enojarse y de su rabieta despega cada cartelito, y bueno, yo espero a que se le pase el enojo así vuelvo a colgar uno por uno (los que encuentro). Alguna vez me la abré agarrado con ella por culpas ajenas y las piñas que recibió por suerte no la aboyaron.
Somos felices en verano, porque está fría y me gusta estirar las piernas contra ella aprovechando a ceder mi calor corporal contra ella. En invierno solo la miro, porque si me apoyo mucho puede que me enferme, pero por suerte no tiene humedad como su vecina, esa donde está el equipito y el escritorio con los estantes llenos de libros.
Me gustaría saber que dirá ella de mi, porque siempre estuvo y creo que siempre estará ahí, tan rigida.








.

1 comentario: