armario desordenado

Tengo miedo; la puerta rechina y hace notar, el peso, las cantidades, el tamaño de la gravedad.
Y todo se esconde, resopla solo en los oidos de las voces confiables.
Me ocupa, me preocupa y me post ocupará, perderte en el intento de confianza, saber que puedo ser mi propio enemigo; que tu mirada cambie y se aleje, reacia, prejuiciosa, asqueada de una imagen compartida.
Verdades que no son fáciles de escupir y que atentan con todo a su paso. Verdades tangibles, descolocadas. Verdades que el asombro les responde con un Adiós.