Te histeriquié, mucho, dejádome en una absoluta evidencia de sonrisas desparramadas entre sacos y corbatas, credenciales y e identificaciones de diplomáticos; aunque debo admitir que tu ciclotimia ganó una vez más.
Tu represión por aquella decición que ridículamente te obligué a tomar a esos últimos minutos antes de volver a ser dos caras en el MSN, concretó mi utopía: que todavía sentís algo fisico-emocional-nostálgico por mi.
Y así fue, con un poco de cada cosa, con mi apariencia de 17 años de tacos y chalinas en el cuello o collares de perlas, con mi flequillo ''en S'' que te distrae, mis masajes que debo reconocer son muuy buenos (sobre todo si te los tengo que hacer a VOS en la zona que recuerdo que te puede, la nuca).
No por nada, apelé a la mirada desafiante, esa que espera que reacciones hacia mi en un beso sin arrepentirte, pero mi plan debía llevar más perseverancia de la que pude aportar, la cual está completamente desasociada con mi face impulsiva.
Cada uno evocando los recuerdos que creímos convenientes para atacar con imágenes mentales a un pasado nunca acabado, pasado que sólo se deja de lado por estar a destiempo, vos: intentando que tus relaciones duren, yo: intentando olvidarte.
Me superaste, como de costumbre, me PUDISTE y yo a vos, así quedamos en un simple rose efímero para adjuntarlo a la historia que ya fue y quién sabe si realmente vale la pena esperar.
me parecio...dulce. aunqe te olvidaste de comentar que voy a documentar todo la historia...:D
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